La reforma energética
A petición de varios lectores
intentaré tratar el tema de la reforma energética. Antecedente. El estado se
compone de tres elementos: el territorio, la población y el gobierno. Sabemos
que tenemos un territorio delimitado por el mar (también algunas islas) y
nuestras fronteras; la Constitución define quienes somos mexicanos; y tenemos
un gobierno democrático, representativo y federal. Tenemos, entonces, definido
al estado mexicano. Los tratadistas, en su mayoría, aceptan que la Nación es la
población que somos los mexicanos, no solamente los ciudadanos (> 18 años) y
estrictamente no solamente los nacionales sino todos los que podríamos reclamar
ser o sentirse mexicanos. Los descendientes de la diáspora se sentían judíos que
formaban una Nación no obstante vivir por siglos repartidos por toda la tierra.
Entonces, cuando decimos que el petróleo es de la Nación, no decimos que es del
territorio, sería ridículo; tampoco decimos que es del gobierno, aunque
prácticamente así ha devenido; sino claramente decimos que es de la Nación o
sea de los mexicanos.
La Constitución dice: “Corresponde a la Nación el dominio directo de
todos los recursos naturales de la plataforma continental y los zócalos
submarinos de las islas; …los combustibles minerales sólidos; el petróleo y
todos los carburos de
hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos;…
Se fundó una empresa de
gobierno, PEMEX, para administrar el petróleo que una vez extraído se refina
para usar como combustible y el excedente de crudo se vende al extranjero.
¿Cómo que se vende? Sí, se vende y dejar de ser nuestro. Esto es que el
petróleo dentro de la tierra es de la Nación pero una vez afuera se vende y lo
vende el gobierno, a través de PEMEX. Refinado en nuestro país los particulares
lo compran como gasolina, diesel, etc. y pasa a su propiedad particular. La
gasolina que adquiero para mi automóvil deja de ser de la Nación y pasa a ser
mía. El petróleo que no se refina aquí se vende crudo a otros países. Deja de
ser nuestro y pasa a propiedad de quien lo paga.
La Constitución exige que el
petróleo sea buscado, extraído y vendido solamente por la empresa del gobierno,
PEMEX. En la reforma energética reciente tuvieron el cuidado de decir que el
petróleo seguirá siendo de la Nación. ¿Cuál es, entonces, el cambio?
Poniendo solamente un ejemplo.
PEMEX, a la fecha, no tiene la tecnología para explorar y extraer petróleo de
aguas profundas. No podemos pagar efectivo para que descubran y perforen para
extraer petróleo en aguas profundas, porque así no trabaja esa industria sino
que trabaja a porcentaje de lo encontrado y extraído. Ésa es la realidad de esa
industria. Las exploradoras que buscan petróleo en aguas profundas exigen que
una parte de la producción se les asigne como pago de su trabajo. Esto es que
el porcentaje de la producción que se acordare dejaría ser de la Nación y sería
propiedad de la empresa que lo descubrió y perforó pero esa forma de pago por
los servicios es prohibida.
Esto es que está permitida la
venta de crudo al extranjero (nos acabamos Cantarel) y desde luego la compra de
fertilizantes beneficiados en el extranjero (puesto que los necesitamos) pero
no está permitido que para ese fin el crudo se beneficie en el país por
extranjeros. La industria de derivados del petróleo como fibras para hilo de
tejer, laminados, impermeabilizantes, aislantes, recubrimientos y cientos de
productos requieren de cuotas de materia prima de PEMEX. Algunos productos
pueden fabricarse por la industria privada mientras otros requieren que los
transforme PEMEX. ¿Quién entiende cuando peligra nuestra nacionalidad?
Igual pasaría con la
refinación. Shell, Texaco o Exxon no pueden poner una refinería en México. La
refinación es exclusiva de PEMEX. Sí puede comprar crudo y llevarlo a otro país
en donde lo refinen y enseguida nos lo venden como gasolina, puesto que somos
deficitarios. O sea que Texaco puede refinar petróleo, comprado a PEMEX, en San
Isidro, California o en Eagle Pass, Texas y enseguida vendernos gasolina en
Tijuana y Piedras Negras pero no puede refinarlo en territorio nacional. Hay
una incongruencia total en estos trueques y ventas.
Ahora bien, se modifica la ley
para permitir contratos de participación. ¿Quién va a vigilar que el porcentaje
que corresponde al contratado se cumpla y no agarren de más? ¿PEMEX, los
empleados de su sindicato, quién?
Pudimos construir refinerías
pero no lo hicimos por el desespero de buscar y vender más crudo; era más
redituable a corto plazo encontrar más crudo que instalar refinerías. ¿Qué ahora
los extranjeros podrán poner tales refinerías: ¿Es autosuficiencia en
energéticos tal circunstancia?
En muchos sentidos el tema es
técnico y requiere de estudio y reflexión. Que se apruebe por los congresos de
los estados sin discutirlo, vaya sin leerlo, es trágico. Además, de seguro, que
están aprobando algo que ya se hace. O sea están legalizando lo que han venido
haciendo y por eso la prisa.
La mula no era arisca: la
hicieron.